Ya van diez entregas de la saga "Fast & Furious"conocida en España como "A todo gas" y en latinoamérica como "Rápido y furioso" que dio comienzo en el año en el año 2001.
Y es que a medida que esta saga ha ido avanzando esta franquicia de coches y carreras callejeras, se ha ido reconvirtiendo en otras sagas más parecidas al estilo "Misión Imposible", más que a su germen inicial.
Con ello, en cada una de las entregas podemos ver despliegues de acción, disparos, hombres hercúleos y mujeres despampanantes que pasan ante la pantalla sin que sepamos muy bien lo qué sucede.
Al contrario de la novena entrega de la saga, esta décima parte tiene un argumento más sólido, remontándose a la cuarta entrega dónde el hijo del conocido Hernán Reyes clamará venganza por la muerte de su padre años atrás.
A este nuevo enemigo de Dominic Toretto y su familia, nada le falla. Apuesto, musculoso y con un potencial económico suficiente como para ir de una parte a otra del globo terráqueo sin despeinarse y en busca de aniquilar a cualquier miembro de la FAMILIA.
Con todo, "Fast X" (Ídem - Louis Leterrier (2023)), como era de esperar, no escatima en recursos para mostrarnos durante sus 141 minutos que nada le falla, y que por supuesto hace un fan service espléndido y que muy probablemente, nos encontremos ante un par de entregas más si los resultados en taquilla son buenos, algo que muy probablemente sea así, puesto que lleva de momento 320 millones de dólares alcanzados hasta el momento, relegando a un segundo puesto de película más taquillera a las nuevas aventuras de Super Mario bros. a la gran pantalla, que hasta la fecha había sido el film con mayor recaudación de lo que llevamos de año.
Ahora bien, para los amantes de pasar un buen rato, disfrutar y no pensar en exceso, sólo por el puro divertimento de ver cine de acción y coches en estado puro, no os la perdáis.
Para mí, recomendable. Eso sí, estría bien verse todas las anteriores.
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