EN LA HIERBA ALTA

Anualmente nos encontramos con adaptaciones de la obra de Stephen King. Unas más acertadas que otras, suelen cumplir su cometido, que no es otro que entretener.
En esta ocasión la elegida es "En la hierba alta" ("In the tall grass" - Vicenzo Natali (2019)), adaptación de la novela homónima que escribieron tanto King como su hijo Joe Hill conjuntamente en el año 2012 para la publicación Esquire.
La encargada de llevarla al cine no ha sido otra que la plataforma de VOD, Netflix, quien en años anteriores también se había encargado de adaptar otros trabajos del escritor de Maine.
La dirección, corre a cargo de Vicenzo Natali, director acostumbrado a trabajar en el cine de terror y que se mueve como pez en el agua dentro de este genero.

El filme cuenta la historia de dos hermanos (chico -chica) que transitan por la típica carretera secundaria estadounidense.
En un momento determinado, deciden detenerse. Es entonces, cuando comienzan a escuchar una lejana voz, la de un niño que se encuentra atrapado entre una gran foresta al borde de la carretera.
Los dos hermanos deciden entrar, lo que no saben es que ellos también quedarán atrapados.
Buena adaptación esta de King que si bien, debido a su factura, podría haber pasado perfectamente por salas, la opción de la plataforma Netflix a día de hoy no deja de ser igual o más importante que las salas comerciales debido a su gran llegada en cuanto a público se refiere. 

En la película, Natali nos lleva a los espacios claustrofóbicos, (habitual en su cinematografía), donde los personajes van a la deriva entre la alta maleza que a su vez, se convierte en un protagonista más de la película.
SPOILER. Que la hierba se mueva de manera constante y que los personajes no se puedan encontrar ni a ellos mismos ni a la salida, es un aliciente más que genera al espectador una mayor impotencia que no sabe como gestionar.
Por otro lado, al igual que otras películas, los personajes van aprendiendo del espacio que están ocupando, aprenden a enfrentarse al miedo y a subsistir.
Así que saben que si se detienen donde algo está muerto la tierra no lo mueve, con lo cual, situarse junto con animales o personas fallecidas facilita la pérdida de quienes nuestros compañeros de viaje.
Y es que en este terreno, parece ser que una fuerza es la que hace que todo esto suceda, un monolito de grandes dimensiones que otorga el conocimiento a quien la toca y transforma el modo de comportarse de la persona que ha tenido contacto con el mismo.
Ahora bien, ¿quién establece las reglas del juego? Lo que está claro, es que esa fuerza, además de otorgar conocimiento manipula el espacio y el tiempo. ¿Es una respuesta a la teoría de las cuerdas por parte de King y Hill?
Podría ser, aunque para mi, lo principal, es que una vez más se logra situar a personajes normales y corrientes en circunstancias adversas de las que deberán reaccionar para sobrevivir, y eso, siempre es interesante.