lunes, 25 de noviembre de 2019

SANTIAGO, ITALIA

Comienzos de los años setenta del pasado Siglo XX. Concretamente el año 1973.
Salvador Allende había sido elegido democráticamente como presidente de Chile un año atrás.
Como en tantos otros países latinoaméricanos, el gobierno fue derrocado por un golpe de estado militar y Augusto Pinochet pasa a ser el máximo mandatario de la nación.
Quienes vivieron aquellos tiempos hablan de torturas, desapariciones y una violencia hasta entonces inexistente en Chile.
Los opositores al régimen militar no dudaron en hacer todo lo posible por abandonar el que era su país, para así poder luchar por sus vidas.
Es entonces, cuando empieza a jugar un lugar fundamental dentro de esta historia un país europeo, Italia.

Quien acoge dentro de su embajada a un sinfín de personas que más tarde viajarían al viejo continente protegidos por este estado y que les daría un porvenir.
Increíbles son los testimonios que podemos ver en este film, donde los supervivientes a ese exilio cuentan como saltaban el muro de la embajada para huir de lo que era su país y así buscar el asilo político.

Impresionante, es también, el testimonio de otras voces a favor del régimen, quienes justifican la entrada de la dictadura de Pinochet como necesaria y completamente justificada.
Escuchar esos argumentos y como defienden un golpe de estado es absolutamente inaudito.
Luego está también la posición del director Nani Moretti, quien siente un afecto especial ante estos emigrantes, que en un momento determinado de los testimonios asemejan a los subsaharianos que a día de hoy atraviesan las fronteras a modo de pateras en busca de un futuro, al menos estable.

Y es que si alguien a día de hoy crea que todos esos migrantes que se juegan la vida atravesando diferentes puntos geográficos a bordo de cayucos y pateras, lo hacen con gusto, están muy equivocados.
Nosotros, como mundo occidental y con recursos debemos de ser conscientes que este es un problema global que ha surgido a lo largo de la historia y donde muchos pueblos se han visto abocados a buscar nuevos territorios donde prosperar. Nadie puedo juzgar los sueños de los terceros, más aún, cuando sus vidas están en juego.

Para mi "Santiago, Italia" (Ídem, Nani Moretti (2018)) ya es uno de esos documentos imprescindibles que ha dado el cine europeo en los últimos tiempos.
En breve estará en salas, espero que la podáis ver.


No hay comentarios:

Publicar un comentario