sábado, 4 de enero de 2020

STAR WARS EPISODE IX - THE RISE OF SKYWALKER

He empezado este 2020 viendo una de esas películas que estaban entre mis marcadas durante el año para ser vistas.
"Star Wars Episode IX - The Rise of Skywalker" (Ídem - J. J. Abrams (2019)) no es la mejor de las nueve películas, pero sí es un broche bastante digno para lo que tendría que venir (si es que viene).
El filme (como dice mi amigo Ángel) intenta enmendar a su predecesora, (el episodio VIII), durante el primer acto, pero eso para mi no es inconveniente puesto que saltamos rápidamente de una secuencia a otra, sin que nos de demasiado tiempo a asimilar lo que está pasando.
Si bien en la anterior entrega se basaba prácticamente en la lucha entre dos destructores estelares, en esta pasamos de un planeta a otro, de una galaxia a otra sin importar demasiado donde estamos, porque si que es cierto, que por otro lado, nos importa más ver secuencias de espadas láser que cualquier otro tipo de cosa.

Kylo Ren ha evolucionado y ya no es (por así decirlo) un pusilánime.
Tiene la fuerza y el carisma de su abuelo Darth Vader y no duda a matar a quien se encuentra a su paso.
De hecho, por un momento, creemos que será capaz de persuadir a Rey para que se pase al lado oscuro de la fuerza, pero finalmente (SPOILER) será él, quien no se deje arrastrar por el Emperador Palpatine y le hará frente.

Importante es, a su vez, la evolución de la mencionada Rey, la heroína de esta nueva saga; ya que finalmente descubrimos sus orígenes.
Por momentos, a lo largo de estas tres últimas películas hemos dudado si es o no una Skywalker.
De hecho, podríamos plantearnos la posibilidad de que se tratase de la hermana melliza de Ben alias Kylo Ren, al igual que lo fueron Luke y Leia.
Pero no, nada más alejado de la realidad, Rey es una Palpatine, a la que sus padres vendieron para que no se pasase al lado oscuro y cayese en las garras de su abuelo.
Si bien hubiese sido interesante que Rey se pasase al lado oscuro de la fuerza y esto diera pie a una nueva trilogía, creo que vamos a tener que esperar al menos una década para ver otras nuevas películas de "Star Wars".

Por otro lado, lo que viene siendo una tónica de la saga en los últimos tiempos, como son las conversaciones interminables, en esta ocasión, tenemos alguna que otra, pero los despliegues de acción son tan acertados y hacen que la trama se aligere tanto que no hacen nada densas sus más de dos horas de metraje.
Para finalizar, decir que contaba con un horizonte de expectativas más alto cuando comenzó esta nueva saga, pero no me importaría ver más historias del universo "Star Wars".
Creo que "The Mandalorian" cumplirá mis esperanzas tras esta saga.
Ahora bien, con todo sólo puedo decir que ¡larga vida a Star Wars!


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