AMIGO LOBATO

Amigo Lobato. Se me hace extraño escribir estas líneas sobre ti.
Pensar que ya no podremos tomarnos un café, y hablar de nuestras cosas. 

Hacía tiempo que no nos veíamos, pero sé, que siempre te tenía en mi equipo. Eras noble, leal, buen amigo, amabas tu profesión y como decías, siempre desde Asturias. 
Eso sí que era complicado, pero ahí estabas al pie del cañón.

Teatro, cine, televisión, nada se te resistía. Hiciste treinta y tres cortos amigo, ahí es nada.
Con Javi y conmigo "Humanos con Patatas". 
Nos regalaste a ese padre que modo de flashback veía cómo su pequeño deambulaba de un lado al otro por Llanes y Oviedo siendo testigo de la muerte de su progenitor, algo que marcaba al personaje. 

Más tarde lo intentamos con "Estación de Carretera", era una locura viajar a Almería a hacer un corto sobre bebés mutantes pero dijiste que sí. 
Finalmente, por cuestiones laborables no pudiste hacerlo, pero ahí estaba tú predisposición, siempre al pie del cañón, dándolo todo. 

Como te admiraba compañero. Siempre tuve en mente volver a trabajar contigo. Se me ha quedado esa espinita clavada, pero no pasa nada, que nos quiten lo bailado maestro. 
"Humanos con Patatas" viajó por todo el mundo. Tuve la suerte de ir a presentarlo al Transilvania Film Festival, en Cluj, Rumanía y al New York City Horror Film Festival en Estados Unidos. 
Tenías que haber visto las caras del público con nuestra historia de caníbales asturianos. 

Un director que competía con nosotros me regaló su corto en formato físico, dijo que le había encantado el nuestro. Ahora, ese director dirige blockbusters en Hollywood. 
Quién me lo iba a decir a mí, que aquella historia que escribí en la cocina de mi casa nos llevaría a cumplir un sueño.

Y todo gracias a ti amigo Lobato, por tu entrega, corazón, alma, cariño y amistad.
Te quiero infinito. DEP.