LA TORRE DE LOS SIETE JOROBADOS

Finales del Siglo XIX. 
En un castizo Madrid, Basilio el protagonista de esta historia que intenta ganarse la vida como buenamente puede, comienza a ver extrañas visiones. 

Estas, están relacionadas con un fantasma, el del doctor Mantua fallecido años atrás.
Mantua es el tío de Inés, una chica en la que se fijará Basilio y que por la que tiene un interés especial. 

El fantasma, de una carismática personalidad comienza a comunicarse con Basilio, previamente en un salón de juego en donde le ayudará a ganar distintas partidas a la ruleta y más tarde en la calle o en la vivienda de Inés. 

Es en una de sus apariciones es cuando Mantua le contará a Basilio el misterio de la Torre de los Siete jorobados, un mundo subterráneo en donde se realizan distintas actividades delictivas y también místicas que tienen bajo su embrujo a Inés, la sobrina del difunto Mantua. 

Sin duda alguna, "La torre de los Siete jorobados" (Ídem - Edgar Neville (1944)) es una de las películas más fascinantes de la historia del cine español. 

Neville, ha sido uno de los directores más carismáticos de nuestro cine y me atrevería a decir que es uno de esos cineastas que sabía muchas cosas, no sólo a cerca del mundo del cine (algo obvio) si no que era conocedor de aspectos ocultistas y místicos. 

Dentro de "La torre de los siete jorobados" podemos interpretar desde cómo es la comunicación con los difuntos, así como de una manera sutil, nos explica los distintos estados de conciencia existentes entre la vida y la muerte. 
Algo que también tiene que ver el otro participante en este guion José Santugini quién adapta junto a Neville la novela de Emilio Carrere.

El filme del año 1944 es único puesto que se atrevía a representar, o plasmar mejor dicho, una temática, la de índole fantástico no muy proclive en aquellos tiempos, con lo cual de mayor mérito es este título que nos ocupa. 

Consciente o no, también es acertada la caracterización de Guillermo Marín como el Doctor Sabatino Mantua, sin duda uno de los rostros más icónicos del fantástico español a raíz de este título. 

También, el filme contiene chascarrillos y cierta vis cómica dada por los personajes que deambulan a lo largo de su metraje (jorobados o no) o incluso el doctor, que lo único que anhela de su vida terrenal es una réplica de la Venus de Milo. 

Imprescindible para todos los que quieran indagar sobre los orígenes del cine español.