Continúan las andanzas de Negan y Maggie en la ciudad de Nueva York.
Una ciudad venida a menos tras la gran catástrofe que ha llevado a los no vivos a asolar la humanidad y cambiar el estilo de vida de los habitantes de la Tierra, tal y como hemos podido ver en los distintos Spin-off de la serie.
Pero no sólo van a ser malas noticias, ya que al igual que vimos en "Fear the walking dead", los habitantes de la gran urbe estadounidense han descubierto que los no vivos pueden funcionar como combustible que genere electricidad y lograr con ello nuevos servicios e iluminación nocturna.
Icónico es que el edificio del conocido Radio City vuelva a tomar luminancia gracias a este descubrimiento.
Negan, por su lado, incrementará su confianza con el croata, quien al final de esta segunda temporada acompañará a Maggie en busca de su hijo Hershel que ha decido dejar el lugar seguro donde vivían por estar cerca de la líder conocida como La Dama.
Otro de los personajes que deambulan en esta segunda temporada es Bruegel, un amante de la pintura y de la escultura que peleará con Negan por el poder aunque eso ocasione casi una alta traición.
Como era de esperar en este tipo de casos, todos estos acontecimientos desencadenarán una batalla final en la que salen vencedores Negan y los suyos, más experimentados en la batalla, o al menos en combate a pesar que los miembros del grupo de Bruegel vayan bien equipados (armaduras mediante).
Interesante esta segunda temporada de "The walking dead: Dead city" que si bien por momentos creemos que nuestros maravillosos protagonistas van a perecer por el camino, al final de la temporada nos damos cuenta que no, que esto sigue y me da la sensación que por un par de temporadas más.
Larga vida al universo "The walking dead".


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