LA CAMARERA DE "LA CALLAS"

Me gusta ir al teatro, eso por descontado.
Así que siempre que puedo acudir a ver alguna obra voy sin pensármelo demasiado.
Hace unos días, mi amiga Laura Macías me envió una invitación para ir a ver "La camarera de La Callas" que hoy os comentaré aquí.
Así, que ayer a eso de las ocho de la tarde nos dirigimos a "El Corral de Lope", (una sala con apenas un año de antigüedad que me sorprendió gratamente),  a ver la función.

Ya refiriéndome a la obra, esta, versa a cerca de las vivencias de Bruna Lupoli la que fue durante años asistente de la popular cantante María Callas.
En ella nos cuenta cuán narrador omnisciente  las vivencias que acompañaron a la cantante a lo largo de su vida. Desde prácticamente sus inicios, hasta su prematura muerte a los cincuenta y tres años de edad.

Como todas las estrellas de cualquier ámbito, la felicidad que pueda provocar el éxito de puertas afuera bien puede ser bien distinto de puertas para adentro; más aún cuando hablamos de amor y desamor.
Ese amor enfermizo que nos atrapa y que en muchas ocasiones no somos capaces de soltar. Todos hemos pasado por ello alguna vez.

La obra, es la adaptación de un texto Roberto D'Alessandro y magistralmente dirigido por el que ya es un clásico de la escena madrileña (y por ende nacional) Eduardo Recaberren.
Y es que la obra (a modo de monólogo dramático) no sería la misma sin su actriz protagonista Laura Cepeda quien nos transporta a cada uno de los momentos vividos por la soprano de un lado y a otro del mundo.
Cepeda, es tan buena narradora, tan buena describiendo los espacios, que si cerramos los ojos (o sin llegar a hacerlo) podemos imaginarnos cada uno de los lugares en los que convivieron los personajes a los que se cita a largo de la representación teatral.

Por lo que me pude enterar ayer, la obra por el momento abandona Madrid. Comienza a girar por toda España. Sinceramente, es uno de esos trabajos que no os debéis perder.
Mucha suerte tanto a Laura como al resto de personas que la han hecho posible.