domingo, 19 de mayo de 2019

MAKING A MURDERER - TEMPORADA 2


Tengo que decir que estoy en una etapa de mi vida en la que me interesan bastante las series documentales.
Creo que lo he comentado en post anteriores y no me cansaré de decir, que es una manera de aprendizaje apasionante.
Además, siento cierta debilidad por aquellas series que hablan de desapariciones o asesinatos sin resolver.

En el caso de "Making a Murderer" es la historia de un caso aparentemente resuelto, pero que en realidad, no parece que las piezas encajen tanto.
Si bien en la primera temporada estuvimos al corriente de las desavenencias sufridas por Steven Avery y como una serie de errores judiciales le condujeron a prisión en una primera ocasión.
Más sorprendente es si cabe, es cuando se le acusa de la muerte de una joven llamada Theresa justo cuando iba a cobrar 36 millones de dólares de indemnización por medio de las instituciones estatales debido a su errónea estancia en la cárcel.

Es entonces cuando en esta segunda temporada entra a jugar Kathleen Zellner, una abogada experta en ganar litigios correspondientes a personas juzgadas injustamente.
Lo interesante de esta segunda temporada, más allá de los procesos judiciales, es como la señora Zellner va reconstruyendo como se cometió el crimen de Theresa y como cada una de las pruebas mostradas por la fiscalía contra Steve caen por su propio peso.

Cuesta decir esto, pero parece que alguien en las altas esferas mueve los hilos para juzgar tanto a Avery como a su sobrino Brendan de un delito que no han cometido.
Y es que las acusaciones son muy graves, secuestro, violación, tortura y ejecución de Theresa.
Lo más curioso de este caso, es que Brendan fue coaccionado a testificar. Acusándose a si mismo y a su tío de ser los autores del crimen.
Vistos los vídeos, nos damos cuenta de que se trata de una manipulación por parte de las fuerzas de seguridad del estado.
En determinadas ocasiones, se puede ver a Brendan (siendo menor) contando la historia que los policías le digan que cuente.
A todo esto hay que añadir, que sumando a su minoría de edad, hay que contar con que el joven posee un coeficiente intelectual más bajo que el de la media.

Ahora bien, con todo esto sobre la mesa, tanto la defensa de Brendan como la de Steve tienen motivos más que suficientes para reabrir el caso y pedir la puesta en libertad de ambas personas.
Hay pruebas concluyentes que no les sitúan en el lugar del crimen.
Entre otras pistas están la geolocalización del móvil de Theresa que la sitúa fuera de la finca de los Avery, algo que contradice la versión de la fiscalía.
A todo esto hay que sumar dos nuevos sospechosos Bobby otro sobrino de Steve, y el cuñado de este y padrastro de Brendan, cuyas versiones parecen ser bastante contradictorias.

Como "Making a Murderer" es una serie que se sustenta en lo que va sucediendo en el día a día, me temo que no tendremos una nueva temporada al menos hasta el 2020.
Algo que me duele profundamente porque me gustaría tener más información sobre el caso. Y por supuesto, conocer la verdad sobre la muerte de Theresa.

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