BARBIE

La primera vez que vi el tráiler de "Barbie" (Ídem - Greta Gerwig (2023)) no os puedo negar que sentí cierto rechazo aunque algo en mi interior me dijese.- Tengo que verla.

Por circunstancias laborales no la he podido visionar en el momento del estreno en salas y no ha sido hasta casi un mes después cuando he podido acudir al cine y disfrutar de la película. 

Sí, porque contra todo pronóstico he disfrutado y mucho de "Barbie". 
Y es que esta película que podría haber sido una recreación absurda del universo de la muñeca de Mattel, por el contrario, juega mediante un guión inteligente creado por la directora Greta Gerwig y Noah Baumbach, haciendo de ella un reflejo acertado de la sociedad actual. 

Por un lado tenemos a Barbie, una muñeca que vive en un mundo alejado del mundo real llamado Barbiland un paraíso donde todas las Barbies poseen una profesión respetable. 
Además, acompañándolas a todas ellas, tenemos a los Ken, quienes son los dulces acompañantes de estas simpáticas y emprendedoras muñecas. 
Y no me puedo olvidar de Allan, que nadie sabe por qué está allí.

Todo se tuerce una mañana cuando la más estándar de las Barbies pierde todo su encanto llegando a recibir pensamientos relacionados con la depresión y la muerte. (Además de tener los pies planos y no poder volar).
Es entonces, tras su consulta con la Barbie Rara cuando decidirá emprender un viaje al mundo real para encontrarse con la niña que tiene esos pensamientos y devolver así la normalidad a su existencia en Barbiland. 

De manera fortuita, a Barbie la acompañará Ken, quien está absolutamente enamorado de ella y no querrá dejarla sola en este viaje. 
En su travesía, Ken aprovecha su estancia en el mundo real para aprender sobre la vida del hombre en esta franja de realidad; así que no dudará en aprender todo lo necesario sobre el patriarcado. 

Una vez recopilada la información, Ken aprovechará para viajar antes que Barbie a Barbieland y así instaurar una nueva normalidad en este mundo idílico.

Si fuesen pocos los problemas de la muñeca con su ida y vuelta, además de intentar volver a su vida anterior, ahora deberá volver a hacer que Barbieland sea un lugar tan especial como antes. 

Y es que esta "Barbie" que Greta Gerwig nos propone es una declaración de intenciones desde el minuto uno del filme. 
Con unas niñas emulando al comienzo de "2001: Una odisea del espacio" ("2001: A Space Odyssey" - Stanley Kubrick (1968)) donde las pequeñas imitan a los simios de la película de Kubrick y adquieren el conocimiento para crear a la muñeca perfecta, o las constantes referencias a Sylvester Stallone a lo largo del filme; no sólo por su vestimenta, sino a su vez por la masculinidad que desprende la saga "Rocky".

La película es un musical encubierto. Aunque con números musicales por doquier, no se centra en el género musical como tal, sino que utiliza su estructura para poder llevarnos de un lado a otro sin hacernos plantearnos su esquema argumental. 

Desde el guión, la estructura en la que se basa es la del viaje del héroe de Christopher Vogler, donde en este caso, la búsqueda del elixir radica en la salvación de la protagonista de su desdicha, pero en realidad, se vuelve aún más caótica con la salvación de Barbiland.

Esto puede recordar al último tomo de "El señor de los anillos" cuando los Hobbits regresan tras arrojar el anillo en el Monte del Destino pero Saruman les espera en Hobbinton para una batalla final. 

Esa batalla final, también se produce en el tercer acto de "Barbie", con una ardua lucha entre Kens y que llegará como conclusión final la vuelta a la normalidad. 

La película me ha gustado bastante, aunque debo de reconocer que sus tres anticlímax finales me matan un poco. 
Creo que me hubiese gustado más un final épico tras la batalla y una secuencia de cierre, pero pese a eso, la he disfrutado muchísimo. 

Aún podéis verla en salas.