MEGALODÓN 2: LA FOSA

Parece que para los entendidos en el séptimo arte, el cine es una palabra magnánima, en la que únicamente entran a formar parte ciertos cineastas y corrientes sesudas que poco tienen que ver con el divertimento. 

Y es que el cine como tal, comenzó como atracción de feria donde las máquinas Nikelodeon mostraban pequeñas historias a cambio de una moneda de nikel (de ahí su nombre). 

A día de hoy, ya sabemos como están las cosas, es complicado llevar al público a las salas siendo ese espectáculo de feria el que debe de prevalecer, si queremos que la gente decida ir a ver una película, en vez de prescindir de la comodidad de su hogar y desplazarse para una proyección de dos horas o más. 

"Megalodón 2: La fosa" (Meg 2: The trench" - Ben Wheatley (2023)), es uno de esos títulos que han basado parte de su distribución en el 4DX. 

Para los que no lo sepan, este sistema consiste en además de la proyección 3D tradicional, en introducir una vorágine de efectos a tu alrededor donde no falta el lanzamiento de  agua, destellos luminosos o que tu asiento se mueva o reaccione cuando el protagonista de la historia recibe un golpe. 

En cierta medida esto quiere decir, que el sistema 4DX podría asemejarse al cine en sus orígenes, al espectáculo de feria del que hablaba al inicio de esta entrada. 

Para los que ya hubiesen visto la primera entrega de esta saga que databa del año 2018, no se van a encontrar muchas novedades, sigue habiendo Megalodones inteligentes, un grupo de personajes que les hacen frente y como era de esperar, nuevas especies marinas que harán el deleite de todos aquellos que se sumerjan en esta nueva entrega.  (Nunca mejor dicho). 

Sin duda, podríamos atribuir a "Megalodón 2: La fosa" el título de Serie B, disfrazado de Seria A, ya que todos los elementos que la conforman así lo demuestran.

A mi, particularmente, me parece un producto necesario y del que he disfrutado enormemente, no sé si por el 4DX, pero la película se me pasó volando. 

Aún podéis disfrutarla en salas.