jueves, 31 de agosto de 2023

FER


Cuando uno está lejos de su hogar, como es mi caso, busca lugares y personas con las que se sienta realmente cómodo. 

En los ya dieciséis años que llevo en Madrid he conocido a muchas personas que formarán parte de mi vida. 
Hará como unos diez años, tuve la que era mi segunda oficina situada en la Plaza de María Soledad Torres Acosta, popularmente conocida para los madrileños como Plaza de la Luna

Próxima a esta plaza, se encontraba en la calle del Pez un bar llamado Baraka

Pronto se convirtió en uno de mis lugares favoritos de la ciudad, Fer y Concha, los propietarios, eran unas personas cariñosas, amables y siempre se preocupaban por sus clientes entre los que ya me había convertido en un habitual. 

Había ocasiones que desayunaba y comía allí, así que imaginaros la de ratos que me he pasado con ellos. 

Fer, era un hombre entrañable, apasionado de las bandas sonoras y que le gustaba coleccionar bolígrafos y lápices de los distintos países. 
Cuando fui a Italia me dijo si le podía traer uno, lo llegué a comprar pero se me extravió con otras cosas más de mi equipaje que nunca supe dónde terminaron. 

Hablábamos de todo un poco, me preguntaba por mi hermano si hacía tiempo que no lo veía o me preguntaba por si había ido a ver a mis padres en vacaciones. 

Concha y Fer siempre fueron muy atentos con nosotros, les encargábamos los bocadillos si teníamos un rodaje por la zona, grabé una secuencia de una película con el móvil de la que perdí gran parte de los brutos y no pude terminar, y se leyó "Los vampiros bordadores".

- Kiko, creo que de esto se puede hacer una película.- Me decía.

Fer se preocupaba por mí.
Recuerdo el día que me preguntó por mi ex al verme ir al bar durante un mes a solas.
Le comenté que lo había dejado y que llevaba un tiempo liado con la mudanza y ese tipo de cosas. 

En mi caso, estaba tan dolido que no me salió decirle nada.
En el momento que Fer se enteró de lo que había pasado, le noté emocionado, era una gran persona, no quería que los demás lo pasasen mal. 

Tras un tiempo pachucho hace un par de semanas Fer nos dijo adiós. 

Para mí fue un duro golpe, como para todos los que pudimos conocer a este gran hombre. Una buena persona, de esas que ya no quedan. 

Desde aquí te digo adiós querido amigo, esperando que algún día nos volvamos a encontrar. 

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