Esta cuarta temporada comienza con la irrupción de un nuevo personaje, Kanny Payne un joven que llega de nuevas al instituto en donde se desarrolla gran parte de la trama de la serie que nos ocupa.
Kenny es un muchacho aparentemente simpático que debido a la profesión de militar de su padre cambia habitualmente de centro escolar.
Es en este nuevo instituto, donde inesperadamente comenzará a recibir bullying por parte de otros compañeros liderados por Anthony el hijo de Daniel LaRusso.
Cegado por la ira y la venganza, Kenny terminará en el dojo Cobra Kai convirtiéndose así en uno de los nuevos luchadores de esta escuela de karatecas.
Un Dojo en el que John Kresse va teniendo cada vez menos presencia en favor de uno de sus grandes amigos, el filántropo Terry Silver al que ya vimos en los últimos episodios de la pasada temporada.
Y es que todos los Dojos de la ciudad se preparan para un gran torneo que tendrá lugar en el valle de Los Ángeles y que culminará con un duelo final entre Robby y Eli en el duelo masculino, mientras que el duelo femenino enfrentará a Sam y a Tory.
Mientras, los senseis intentarán arreglar sus diferencias, por un lado Johnny y Daniel quienes parecen tener una eterna relación amor - odio y Silver y Kresse en el bando de Cobra Kai, con consecuencias inesperadas en la conclusión de esta cuarta temporada.
Como era de esperar y viendo los acontecimientos de sesiones anteriores, no faltan las tramas amorosas, las cuales, están más supeditadas en ocasiones en el conformismo más que en el amor como veremos en temporadas posteriores.
Los últimos dos episodios son dignos de enmarcar.
Entretenida esta cuarta temporada de "Cobra Kai", ya me he adentrado en la quinta, así que en breve os podrá comentar más cosas de una serie que nos hace conectar de una manera muy especial con nuestra nostalgia.
No quiero cerrar este post sin olvidarme de Miguel, para mí uno de los personajes con más arco en toda la serie y que le da un carisma especial.
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