SIRÂT

Luis es la típica persona que no te encontrarías en una rave en el desierto. 
Es un tipo corriente, del día a día.
Tampoco te esperas encontrar en ese tipo de lugares a un niño de unos diez años, Esteban, el hijo de Luis. 

Ambos tienen un propósito, encontrar a Mar, la hija del primero y hermana del segundo que ha desaparecido tras estar durante varios días en una rave como en la que se encuentran. 

Preguntan a todo aquel que se encuentran a su paso, reparten fotografías de Mar, pero nadie la reconoce o nadie recuerda haberla visto.
Preguntando a los asistentes del evento, dan con un grupo de asistentes a ese tipo de acontecimientos que les comentan que hay otra rave atravesando el desierto, próxima a Mauritania y que quizás ella se encuentre allí. 

Esto deja pensando a Luis, que no sabe realmente lo que hacer.
De fondo, una guerra, intuimos que es el inicio de una gran Guerra lo que se está desatando y la rave tiene que ser suspendida, así que los asistentes a la misma son desalojados. 

Antes de atravesar un control policial, el mismo grupo de personas con las que había hablado Luis deciden saltarse dicho cerco y huyen.
Animado por su hijo, Luis decidirá seguirles. 

Es entonces cuando comienza una travesía por el desierto que se convierte en una gran buddy movie - road movie en donde no faltan los riesgos, los malentendidos, la emoción y el drama. 

Y es que Luis se ve envuelto a un viaje a ninguna parte del cual no tiene del todo seguro si tendrá fin, pero que tiene un propósito, reencontrarse con su hija.

"Sirât" (Ídem - Oliver Laxe (2025)) posee muchas virtudes.
Tiene esencia de todo el cine que ha visto el director gallego mezclado con sus experiencias personales y un contexto al que pocos se han querido acercar. 

Cuando te adentras en su narración, en su forma de estar filmada te das cuenta que estás a ante una película única que respira a Antonioni, Erice e incluso a George Miller o Clouzot. 

No me despeino si digo que es LA MEJOR película de los últimos años, un filme que respira libertad y que está contado desde la más absoluta sinceridad huyendo de arquetipos y modas, algo que como espectador se agradece, y mucho.

Aún la podéis disfrutar en cines.