MADRES PARALELAS

Las últimas dos películas de Almodóvar son un canto a la vida. 
Si bien "Dolor y Gloria" (Ídem - Pedro Almodóvar (2019)) parecía por un momentos una película de despedida, "Madres paralelas" (Ídem - Pedro Almodóvar (2021)) por el contrario, es un film en el que las segundas oportunidades y los avatares de la vida están presentes en esta historia del director manchego. 

Dos madres que se han quedado en estado de gestación de manera casual y que sin quererlo, sus destinos se cruzan cuando accidentalmente sus hijos son cambiados en el paritorio. 
Por un lado tenemos a Janis. Una mujer de cuarenta años que es casi única oportunidad para quedarse en estado de gestación y por otro lado tenemos a Ana, quien tras participar en una forzada orgía se queda embarazada de uno de los participantes de la misma.

Una vez dan a luz, Janis busca el beneplácito del padre de Cecilia (que es como se llama la pequeña) pero una vez este la ve no la reconoce y le pide una prueba de paternidad.
Aunque en un primer momento Janis reacciona de manera negativa, finalmente acepta hacerse la prueba descubriendo que Cecilia no es hija suya. 
Es cuando viene a su mente Ana y su convivencia en el hospital. 
En un primer momento Janis llama a la joven para comunicarle su descubrimiento, pero finalmente desiste. Tanto es así, que incluso cambia de número de teléfono para que nadie la localice, sobretodo Ana y Arturo, el no-padre de Cecilia. 

Pasado un tiempo, Janis bajará a tomar un café a la cafetería próxima a su casa. Sin esperarlo, se encontrará con Ana quien trabaja ahí como camarera. 
Es en ese instante, cuando las mujeres se vuelven a juntar y surgirá así entre ellas un vínculo estrecho e incluso una breve historia de amor. 

Entre medias de toda esta historia, se encuentra la búsqueda de los restos de los familiares de Janis fusilados en la Guerra Civil por medio de un grupo antropológico liderado por Arturo. 
Es en esa lucha, en la de resolver ese misterio del pasado, lo que hará que todo se encauce en busca de recuperar la memoria histórica que muchos españoles aún tienen clavadas como espinas en sus corazones. 

De hecho, el plano que cierra la película es de una belleza absoluta. 

Mención especial a Aitana Sánchez - Gijón como madre de Ana.
Un papel pequeño, de actriz madura que no termina de cuajar en el mundo del espectáculo, que borda y que se convierte, sin quererlo, en un personaje fundamental dentro de este maravilloso universo de pequeñas historias que conforman esta bella película.