viernes, 22 de octubre de 2021

VENOM: HABRÁ MATANZA


Empecemos por el final (SPOILER), parece ser, que por fin el Universo Marvel y la saga de películas de Sony relacionadas con Spider-Man van a conciliar. 
O al menos eso nos dan a entender en la escena postcréditos de esta "Venom: habrá matanza" ("Venom: Let there be carnage" - Andy Serkis (2021)).
Y es que para los que somos fans del héroe arácnido por antonomasia, el poder ver crossovers de los personajes y que por fin tengan algún tipo de relación entre si, me parece tan vital como para el universo de los mutantes o el universo UCM en general, en algún momento puedan fusionarse.

Como veis intento estar al día de todo lo relacionado con Marvel y eso que aún me quedan por ver la gran mayoría de las que hay en Netflix, pero me gusta sacar tiempo también para ver otro tipo de productos al margen de la oferta super heróica, que como sabéis ya es desmesurada.
Ahora bien, tengo que decir a favor de este mundo de súper héroes, que aunque uno quiera o no le tiene enganchado de tal manera que espera lo siguiente con anhelo y con ganas de ver más. 

La anterior película de las protagonizadas por Venom me había parecido entretenida, pero no había pillado muy bien el tono de los personajes tanto de Eddie Broke interpretado por Tom Hardy como su réplica extraterrestre denominada Venom

A día de hoy y tras ver la segunda entrega, creo entender más el juego de los guionistas y creadores de llevarlo por ese lado, un lado, que bien podría ser más próximo a sagas como "Deadpool" o "Guardianes de la Galaxia" más que incluso la del propio "Spider-Man". Películas, que al fin y al cabo encuentran dentro de la comedia un refugio donde realmente se sienten cómodas. 

En esta segunda parte, vemos a un Venom enfrentándose a un simbionte como él, denominado "Matanza" en los cómics en España y en inglés conocido como "Carnage"
La creación de este simbionte, pasa porque el recluso conocido como Clatus Kasady quien agrede a Eddie Broke mordiéndole la mano e infectándose (por así decirlo) con su sangre, lo que hará sin que Eddie y Venom no esperen la creación de un villano que intentará sobretodo, crear el caos.

Entre medias, está la historia de amor entre Kasady y Frances Barrison o Shriek, una mutante que tiene como arma la utilización del sonido y que lleva apartada de lo que ella considera su amor (Kasady) durante más de 20 años recluida en una celda de aislamiento. 
Testigo del traslado a la prisión de alta seguridad de Shriek es el Detective Mulligan, quien está detrás de la pista de los crímenes no confesos de Kasady y que deposita en la capacidad periodística de Broke su habilidad para sacarle información al asesino en serie. 

En la película, de hecho, una vez se plantan las cartas sobre la mesa, todo sucede de manera casi atropellada, sin dejar demasiado tiempo al espectador a que reflexione sobre lo que está viendo.
Tanto es así, que sin darnos cuenta, nos plantamos en un tercer acto que pasa igual de rápido que el resto del filme, algo que es bastante positivo. 

Ciertamente, no esperaba ver una gran película, pero me he encontrado con un producto bastante cuidado y que en definitiva, ha cosechado con creces todas las expectativas que podría llegar a tener.
De hecho, lo mejor de todo, es que he podido ver como por fin "Spider-Man" va a ser la estrella de Marvel que todos deseábamos que fuese y que sin duda, será la pieza angular de este proyecto los próximos (me atrevería a decir) veinte años. 

Ojalá así sea. 

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