QUE NADIE DUERMA

A lo largo de la historia no sólo del cine español, sino de la historia del cine en general y por supuesto de la literatura están plagadas de historias que hablan sobre la rendición y sobre la reconversión. 

Personajes a la deriva, que ven como el mundo en el que viven se desmorona y que tienen que buscarse un nuevo porvenir alejado de lo que habían pensado en un primer momento. 

Así es la vida de la protagonista de esta historia titulada "Que nadie duerma" (Ídem - Antonio Méndez Esparza (2023)) que atiende a nombre de Lucía y que verá como su vida da un revés cuando la empresa para informática para la que trabaja cierra de manera abrupta. 

A Lucía se la ve una chica solitaria y que le hace ilusión cada nuevo reto al que se enfrenta. 
En primer lugar, tras un breve viaje en taxi y tras una conversación con una taxista decidirá que su nuevo destino es el de conducir uno de estos vehículos. 

Así que pone todo su empeño primeramente en sacarse la plaza y a continuación a comprar un coche de estas características en propiedad con el que poder circular. 

Y es desde el taxi donde se encontrará con un sinfín de personajes que cambiarán su vida. 
Entre medias, en su edificio, una ópera que suena en el piso de abajo llamando su atención. 
Es ahí cuando decide tomar la iniciativa y ver quién es la persona que pone dichos discos de ópera. 

Su vecino, es el atractivo actor Braulio Botas, un hombre del que se queda prendada tras días después besarle en la azotea del edificio. 

Pero tan pronto como vino, Braulio se fue y ella cree a ciencia cierta que un momento determinado el actor subirá a su taxi. 

Es en esos tránsitos y viajes, es cuando casualmente conoce a Roberta, una productora teatral deseosa de conocer su historia.

Intrigante por momentos, si tuviésemos que destacar algo de "Que nadie duerma" es la interpretación de Malena Alterio como Lucía que consigue así, después de muchos años una nueva nominación a los Premios Goya y espero que no sea la última. 

Con un reparto coral interesante, lo llamativo de este filme es la deriva narrativa hacia dónde nos lleva la evolución del personaje de Lucía tan incierto como la trama que se nos presenta.