viernes, 5 de enero de 2024

SABEN AQUELL


El cine español cada vez es mejor.
Año a año demuestra su potencial y cómo no tiene rival no sólo a nivel europeo, sino mundial. 

Si me paro a pensar, a groso modo me suelen gustar bastante más las películas españolas en su conjunto que las de otros países. 
En gran medida por su variedad y su forma de estar contadas. 

Nada tiene que ver la película de la que hablé ayer "Un amor" (Ídem - Isabel Coixet (20223)) con la que hoy ocupa estas líneas "Saben Aquell" (Ídem - David Trueba (2023))

Y es que la nueva película de David Trueba nos cuenta la historia del humorista Eugenio y la relación de amor con su mujer Conchita y como el uno al otro se apoyaron en lo que parecía ser una carrera en conjunto como dúo musical, hasta conversión a Eugenio en estrella televisiva.

Como era de esperar en este tipo de biopic, todo tiene sus claros, sus oscuros, sus luces y sus sombras, donde a pesar del éxito, es importante una estructura familiar y el apoyo de los que más te quieren. 

Me da la sensación que cuanto más avanzaba la enfermedad de su mujer, Eugenio más se preocupaba por estar fuera de su casa (de hecho hay un momento donde se insinúa esto mediante un diálogo), era como si no pudiese soportar la pérdida que tarde o temprano iba a suceder. 
Muy joven se quedó al cargo de dos pequeños que le admiraban y querían, al igual que a su madre y demostró ser (aunque el no lo creyese) un padrazo. 

Es precioso el punto de vista de David Trueba, bello y nostálgico, además de poner el foco en sus dos protagonistas David Verdaguer como Eugenio y Carolina Yuste como Conchita, un dúo artístico maravilloso que podría coronarse con los premios Goya a Mejor Actor y a Mejor Actriz respectivamente, puesto que muy probablemente esta será una de las películas por las que se les recuerde como intérpretes. 

Me hace especial ilusión, el ver en el cine español como hacemos biopics tan magníficos de personajes de nuestra historia reciente de los cuales nos sentimos orgullosos, algo que agradezco enormemente como espectador y como amante de la cultura de mi país. 

Gracias David Trueba por regalarnos esta belleza de película. 

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