Nos situamos en una galaxia remota, en un planeta remoto y en una colonia remota.
En ella, una pequeña población intenta sobrevivir en su día a día sin importarle en exceso lo que pueda suceder más allá de su núcleo.
Todo cambia para ellos cuando Atticus Noble aparece en escena queriendo imponer su ley y demostrando cómo se rigen sus normas fuera de la población.
Y es que una especie de Imperio similar al de la saga "Star Wars" se ha hecho con el poder a modo de dictadura interplanetaria subyugando a todos aquellos que no estén en su línea.
Es entonces, cuando entra en acción Kora quien intentará reclutar a cuantos hombres pueda en busca de impartir justicia y derrocar al malvado Atticus Noble.
Como es de esperar en este tipo de historias, Kora tendrá un acercamiento hacia Gunnar con el que cree que puede tener algo más que una amistad.
Propuesta arriesgada esta de Zack Snyder, que por lo que he leído se lanzó a hacer estas dos entregas de "Rebel Moon" cuando se frustró su posibilidad de poder dirigir una de las entregas de la saga ideada por George Lucas.
Así que ha creado estas dos partes a las cuales, al parecer, se le han reducido en edición varias horas de metraje y que por momentos nos cuesta hilar.
Hay que tener en cuanta, que Lucas y su factoría nos lleva regalando entregas desde el año 1977 y que por tanto es complicado que podamos comprender un imaginario tan complejo como el que nos propone Snyder en dos partes.
Me da la sensación que se dan muchas cosas por hechas, escenarios, personajes... y como espectador debemos de entender (o al menos eso me da a mí la sensación), y que por las circunstancias, quizás de la reducción de metraje no queden del todo claras.
A destacar, la siempre solvente Sofia Boutella y la buena actuación de Ed Skerein como Atticus Noble, el malo de la función (SPOILER) al que creemos muerto y que nos deleita con un resurgimiento en el momento final de este filme de casi dos horas y quince minutos de duración.
Podéis verla en Netflix.
No hay comentarios:
Publicar un comentario