Todo puede parecer muy distinto según la parte del mundo donde te toque nacer.
Si por suerte has tenido de nacer en occidente, parece que ser que todo, por lógica o por ley debe de ponerse a tu favor.
Aunque los que vivimos en "el mundo civilizado" sabemos que no.
Para nosotros es difícil llevar el día a día (más aún), en estos tiempos que la falta de trabajo escasea y nos inflan a facturas y deudas. No se vosotros pero yo trabajo para pagar.
Pero para quienes nacen en los países subdesarrollados es aún peor.
Viven en condiciones ínfimas y no saben si quiera lo que es tener un hogar o un plato de comida caliente.
Y ahí es donde comienza "Adú" (Ídem - Salvador Calvo (2020)). Con el asalto a la valla de Melilla por medio de un grupo de subsaharianos que lo único que quieren es saltar esa verja y llegar a Europa, donde al menos tendrán una oportunidad.
La mala fortuna hace que tres guardia civiles tengan que hacer frente a un grupo de cien de estos hombres y que por un accidente (provocado o no, eso queda a decisión del espectador), uno de estos hombres muere al caer a plomo desde la parte superior de la valla.
Es entonces cuando los guardia civiles se enfrentarán a un juicio donde tendrán que demostrar su inocencia.
Después está Gonzalo, que dedica su vida a la protección del elefante africano.
Deberá, con ayuda de los gobiernos de los distintos países donde le toca trabajar hacer frente a los furtivos que no durarán en matar a este animal por sus colmillos, cotizados muy a la alza en el mercado negro.
Gonzalo cree no tener el respaldo suficiente de los distintos gobiernos y terminará ganándose un enfrentamiento con las autoridades del lugar.
Debido a este hecho, será destinado a un parque natural en otro país.
En medio de este embrollo se encuentra su hija Sandra. Una veinteañera que ha tenido problemas con las drogas y que hace de la separación de sus padres un mecanismo de defensa para hacer lo que le da la gana.
Por último, tenemos a Adú. Un niño que ha vivido toda su vida en la miseria y que intenta hacer lo posible por sobrevivir.
Su madre intenta que no le falte de nada a al pequeño Adú como a su hermana, protegiéndolos con su propia vida.
Es entonces cuando Adú y Alika pretenden huir hacia Marruecos en primer lugar y luego hacia París colándose en un avión.
En el trayecto, Adú sobrevivirá, pero Alika morirá congelada, lo que hará que el pequeño esté a merced de su destino.
Vagando de un lado a otro conocerá a Massar y entre los dos intentarán llegar hasta occidente, concretamente a Melilla, donde una nueva vida les espera.
Película de cruce de caminos esta "Adú" que ayuda a quienes obvian este tipo de problemas les pongan cara, luces y sombras.
Es importante saber que a pesar de que vivamos de una manera acomodada, hay otras partes del mundo donde se lucha por salir adelante es dura, recurriendo incluso a las prácticas más dolorosas.
Porque sí amigos, el mundo es cruel y a medida que hay más pobreza, el esfuerzo por sobrevivir es aún mayor. Aunque sea sólo por reflexionar sobre ello, vedla.
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