sábado, 6 de febrero de 2021

ADÚ


Todo puede parecer muy distinto según la parte del mundo donde te toque nacer. 
Si por suerte has tenido de nacer en occidente, parece que ser que todo, por lógica o por ley debe de ponerse a tu favor.
Aunque los que vivimos en "el mundo civilizado" sabemos que no. 

Para nosotros es difícil llevar el día a día (más aún), en estos tiempos que la falta de trabajo escasea y nos inflan a facturas y deudas. No se vosotros pero yo trabajo para pagar. 
Pero para quienes nacen en los países subdesarrollados es aún peor. 
Viven en condiciones ínfimas y no saben si quiera lo que es tener un hogar o un plato de comida caliente. 

Y ahí es donde comienza "Adú" (Ídem - Salvador Calvo (2020)). Con el asalto a la valla de Melilla por medio de un grupo de subsaharianos que lo único que quieren es saltar esa verja y llegar a Europa, donde al menos tendrán una oportunidad. 
La mala fortuna hace que tres guardia civiles tengan que hacer frente a un grupo de cien de estos hombres y que por un accidente (provocado o no, eso queda a decisión del espectador), uno de estos hombres muere al caer a plomo desde la parte superior de la valla. 
Es entonces cuando los guardia civiles se enfrentarán a un juicio donde tendrán que demostrar su inocencia. 

Después está Gonzalo, que dedica su vida a la protección del elefante africano.
Deberá, con ayuda de los gobiernos de los distintos países donde le toca trabajar hacer frente a los furtivos que no durarán en matar a este animal por sus colmillos, cotizados muy a la alza en el mercado negro. 
Gonzalo cree no tener el respaldo suficiente de los distintos gobiernos y terminará ganándose un enfrentamiento con las autoridades del lugar. 
Debido a este hecho, será destinado a un parque natural en otro país. 
En medio de este embrollo se encuentra su hija Sandra. Una veinteañera que ha tenido problemas con las drogas y que hace de la separación de sus padres un mecanismo de defensa para hacer lo que le da la gana. 

Por último, tenemos a Adú. Un niño que ha vivido toda su vida en la miseria y que intenta hacer lo posible por sobrevivir. 
Su madre intenta que no le falte de nada a al pequeño Adú como a su hermana, protegiéndolos con su propia vida. 
Es entonces cuando Adú y Alika pretenden huir hacia Marruecos en primer lugar y luego hacia París colándose en un avión. 
En el trayecto, Adú sobrevivirá, pero Alika morirá congelada, lo que hará que el pequeño esté a merced de su destino. 
Vagando de un lado a otro conocerá a Massar y entre los dos intentarán llegar hasta occidente, concretamente a Melilla, donde una nueva vida les espera. 

Película de cruce de caminos esta "Adú" que ayuda a quienes obvian este tipo de problemas les pongan cara, luces y sombras. 
Es importante saber que a pesar de que vivamos de una manera acomodada, hay otras partes del mundo donde se lucha por salir adelante es dura, recurriendo incluso a las prácticas más dolorosas. 
Porque sí amigos, el mundo es cruel y a medida que hay más pobreza, el esfuerzo por sobrevivir es aún mayor. Aunque sea sólo por reflexionar sobre ello, vedla.

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