Tengo que decir que de momento (y aún me quedan algunas importantes por ver) "Akelarrere" (Ídem - Pablo Agüero 2020)) es mi película española favorita del pasado año.
Situada en el País Vasco a inicios del siglo XVII nos cuenta la historia de dónde un remoto pueblo del norte de España, un grupo de jóvenes del lugar son acusadas de rendir pleitesía al demonio a través de un aquelarre.
Dentro de este grupo de niñas vemos adolescentes y preadolescentes cuyo único pecado es cantar en un idioma desconocido (que denominan primitivo) y ponerse a correr por el bosque mientras cantan esa inocente sonata.
Esto, levantará las sospechas de la Iglesia y del estado que no tardarán en interrogar a las niñas por medio de Rostegui el juez encargado de instruir el caso.
Su señoría se encargará de saber los procedimientos del aquelarre, buscar las marcas del maligno y hacer que las niñas confiesen un delito que no han cometido.
Desde el inicio, vemos cómo las jóvenes no saben nada sobre lo que se les pregunta y a medida que van avanzando los minutos de metraje nos damos cuenta que ellas se declinan por crear una estrategia.
Que no es otra que la de seguir la corriente al juez y al resto de personas que representan la comitiva estatal, pensando en que si confiesan quedarán libres.
Quien da buena cuenta de ello y le dice a las demás cómo proceder es Ana, que se convierte en líder involuntaria, siendo ella la que se inventa la historia de cómo han sido los pasos para la invocación al diablo.
Ana no duda incluso en seducir al juez, intentando que este caiga en el pecado.
Pero no sólo es una estrategia de persuasión la de Ana, sino también física, puesto que aguanta las acometidas del cirujano cuando este decide clavarle una especie de punzón para detectar así las marcas del maligno.
Pero no sólo ella tiene que soportar varias vejaciones, sus amigas y hermanas también sufren afeitados de cabeza y golpes para lograr sacarles información a cerca del aquelarre y su funcionamiento.
Y es que el pueblo de Ana es un pueblo de pescadores, los cuales regresan cada luna llena.
Algo que intenta utilizar para que tanto ella y el resto de chicas sean rescatadas cuando los barcos lleguen.
Cuenta de ello darán el juez y sus ayudantes haciendo que la invocación al maligno y la sentencia a muerte se produzca antes de ese día.
Impresionante película del cineasta argentino Pablo Agüero, que ha dejado una muy buena impronta en nuestro país con un filme absolutamente brillante, que bien podría firmar hasta el mismísimo Werner Herzog.
Y es que la majestuosidad de sus interpretaciones, su naturalismo y su puesta en escena nos hacen creer en todo momento que nos encontramos en la inquisición.
Muy buen utilizado el uso de distintas lenguas, el euskera y el castellano, así como la conjunción de los personajes que se comunican de igual manera tanto en un idioma como en otro.
Vemos además, esa diversidad de pueblos que es España, que a pesar de estar unida, nada tienen que ver los unos con los otros y es que no sólo existen barreras idiomáticas, sino de mitológicas, creencias religiosas y de otro tipo.
Sensacional es la secuencia del aquelarre, donde vemos a las seis niñas completamente descontroladas y realizando un paripé tan creíble, que nos parece estar asistiendo a una invocación real al maligno.
Debería de investigar, pero por momentos, (y por el catch de pantalla) me da la sensación que la película está filmada en celuloide, haciendo que ciertos momentos debido al aspect ratio nos sintamos aún más encerrados en las celdas, en las salas de interrogatorios e incluso en el susodicho aquelarre.
Agüero, nos hace ver cómo en muchas ocasiones un buen primer plano (donde se deja trabajar al actor) hace más que la estética videoclip a la que estamos acostumbrados a día de hoy.
Poderosa y brillante, "Akelarre" pasará sin duda a la historia de nuestro cine.
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