Cuarta temporada de esta peculiar serie que me estoy viendo casi del tirón.
Aunque tendré que hacer un breve parón porque Netflix aún no dispone de la quinta entrega de esta serie y la sexta aún no ha sido estrenada.
Con todo, después de verla puedo decir que ¡por fin! Jimmy McGill se convierte en el último episodio de esta temporada en Saul Goodman, ese abogado egocéntrico y satírico que nos conquistó en "Breaking bad".
Esta cuarta temporada comienza con la muerte de su hermano Chuck, la caída de HHM (sumado a la depresión de Howard que se culpa de la muerte de Chuck) y de cómo Jimmy debe de hacer distintos trabajos durante su año de suspensión como letrado.
Entre medias está Kim, que a medida que avanza la serie nos damos cuenta que lo que quiere es ser independiente, pero con matices.
Mesa Verde es un cliente que se le hace un poco cuesta arriba, con lo que esto conlleva.
Malas contestaciones a su mejor cliente y cara de póker cada vez que hay que hacer algún ajuste.
Con lo cual lo mejor que puede hacer es asociarse a Rick Schweikart, quien asume con agrado abrir un departamento en su bufete destinado a la banca y liderado por Kim.
Esto hace que ella pueda coger casos de oficio ayudando así a los más desfavorecidos, algo que realmente le llena.
Mientras, Jimmy que no le gusta perder, mira a su alrededor y piensa que la venta de móviles puede ser un negocio interesante y en alza, así que no dudará en comprar muchos de los terminales en la tienda donde trabaja y venderlos a los personajes más variopintos de Albuquerque.
Por otro lado tenemos a los Salamanca, donde el patrón Héctor ha sufrido un fallo multiorgánico que le llevará a no poder hablar y comunicarse a través de un timbre. (Personaje que ya vimos en la citada "Breaking Bad").
Nacho, por su lado va creciendo en la organización, algo que era su cometido, pero puede ver cómo su reinado puede acabarse con la llegada de Lalo Salamanca el sobrino de Héctor y que estará dispuesto a todo con tal de hacerse con el poder.
Mike, por su lado, cada vez está más del lado de Gustavo Fring, tanto es así que se ha convertido en su mano derecha.
El veterano ex policía, entre otras cosas, se encargará de crear un túnel para el traspaso de drogas en el que depositará su acabado a un ingeniero alemán y a sus hombres.
Pero Mike se pasará de bueno y finalmente deberá de tomar cartas en el asunto, algo que muy a su pesar debe de hacer.
Tremenda esta cuarta temporada que se me ha pasado como un tiro.
Ya en la quinta muy probablemente podremos disfrutar de una serie más parecida a "Breaking Bad" o al menos su espíritu, puede que esté más latente.
Os iré contando.
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