SENTIMENTAL

Me gusta bastante Cesc Gay.
He visto todas sus películas y me parece que combinan a la perfección humor con drama, haciendo de sus personajes interesantes, inteligentes y por qué no decirlo, realistas con el tiempo histórico donde se sitúan sus historias, la actualidad. 

En esta "Sentimental" (Ídem - Cesc Gay (2020)), nos cuenta la historia de Ana y Julio quienes el matrimonio comienza a pesarles. 
Cada uno ha hecho de su vida en común, una especie de fortín, donde tienen sus espacios y sus manías. 
Él, profesor de música, prefiere en sus ratos libres en vez de estar con Ana subir a la azotea a pensar en sus cosas y mirar las estrellas con un telescopio, mientras que ella, pasa el tiempo en casa haciendo cualquier otro tipo de actividad que no sea aguantarle. 

El punto de confrontación de estos dos personajes es un picoteo organizado por Ana para sus vecinos; Laura y Salva, quienes les han ayudado bastante en la mudanza y con los que Ana parece tener cierta conexión. 
Julio, celoso de su intimidad no lo ve así y cree que lo mejor es cancelar la cita y así no relacionarse, algo que Ana le echa en cara. 
Cuando deciden que lo mejor sea anular el encuentro llaman a la puerta. Sus vecinos llegan puntuales a la cita. 

Lo que comienza siendo un encuentro afable, se termina convirtiendo en un dejar caer indirectas de una pareja a otra, primero en plan sorna y más tarde con retranca, haciendo de la situación un tanto incómoda. 
Pero lo que Ana y Julio no esperan es que sus vecinos les propongan hacer un intercambio de parejas. 
Julio, conservador como es, se niega a dicha práctica, pero Ana no lo ve con malos ojos. 
Es entonces, cuando la pareja se plantea su relación, la cual se encuentra un tanto estancada y por qué no decirlo, abocada a la separación. 

Brillantes interpretaciones las que nos brinda el cuarteto protagonista, Javier Cámara, Belén Cuesta, Alberto San Juan y la argentina Griselda Siciliani (desconocida en España), quienes a modo de interpretación naturalista nos dejan ser partícipes de una historia, aunque rocambolesca, divertida.

No puedo olvidarme, que ya hay alguna película de este estilo en nuestro cine como "El intercambio" (Ídem - Ignacio Nacho (2017))  que por muchos factores nada tiene que envidiar al trabajo de Cesc Gay, aunque aquella contaba con un reparto más coral y con situaciones aún más divertidas, que en ciertos momentos nos despertaban hasta una carcajada.
Gay se declina por un toma y daca verbal.
Importa más lo que se cuenta que lo que se ve. Algo que también es de admirar. 
Referencias a Woody Allen, muchas. De ahí reside también su magia.