AMERICAN FACTORY

"American Factory" (Ídem - Steven Bognar & Julia Reichert (2019)), fue el documental elegido por la academia de Hollywood para hacerse con el Oscar como Mejor documental Largometraje.
El filme cuenta como una fabrica de General Motors debe de cerrar en una población de Ohio y como años después, una empresa China llamada Fuyao, (dedicada a la creación de lunas para coches), se hace con las instalaciones, proporcionando así, trabajo a muchos de aquellos empleados que habían sido despedidos.

En la película, vemos ese choque cultural entre los chinos y los estadounidenses y como su forma de trabajar difiere en muchos aspectos.
Para empezar, el empleado chino vive para trabajar, no le importa hacer horas extras y prescindir de vacaciones con tal de lograr los objetivos de la empresa.
Sin embargo, el empleado estadounidense trabaja para poder vivir, con su tiempo libre quiere hacer otro tipo de cosas, quiere cumplir el sueño americano de poder tener una buena casa, una familia y una plácida jubilación.

Este hecho hará que el propietario de la fábrica Cho Tak Wong no quiera saber nada de la incursión de un sindicato de los trabajadores dentro de sus instalaciones, menos aún, que un representante sindical sea el nexo de comunicación entre chinos y estadounidenses.
Y es que estos últimos pasan de ganar 29 dólares la hora a 12,30 dólares la hora, lo que hace que su status social y su calidad de vida cambie de manera definitiva.
También son conscientes de que lo tiempos de cobrar bien se han terminado y que de ahora en adelante, los trabajos (sobretodo manuales) van a ser más precarios, así que deben de vivir con esa losa.

Otro de los aspectos que toca este filme es cómo, sin ningún tipo de remordimiento, los altos ejecutivos de la fábrica trabajan para mecanizar muchos de los procesos de producción y así sustituir a las personas, menos trabajadores, menos problemas, menos gastos.

Volviendo al tema del sindicalismo dentro de la empresa, esto supone cierto cisma dentro de la fábrica y los empleados simpatizantes a este movimiento son despedidos, con justificación por parte de la empresa.
Sitúan en un lugar donde hay trabajo para dos personas a una sola, para así justificar baja productividad. Todo son trucos.

Finalmente los empleados deben de decidir si se instaura un sindicato dentro de la empresa. Para ello se establece una votación donde gana el no, haciendo así que las ilusiones de algunos de los trabajadores de mejorar sus condiciones laborales queden diluidas.
Y es que dentro de esta historia, hay un punto de inflexión, y es cuando varios empleados con puestos de responsabilidad dentro de la empresa, viajan a China a ver como son las fórmulas de trabajo en el país asiático y así, poder implantarlas en Ohio.
Muchos de los trabajadores estadounidenses se quedan impactados con su disciplina y su metodología.
En ese momento, es cuando comprenden el por qué, de la exigencia de los directivos chinos de la compañía y su forma de trabajar.

Además, lo que podría ser el sueño americano se diluye cuando vemos a algunos empleados que aún les ha costado remontar desde la crisis de 2008.
Viven en sótanos de familiares, hacinados en casas y con un nivel de vida muy bajo. Al menos, Fuyao les ha brindado la oportunidad de retomar sus vidas.

De entre todas las cosas, me gusta mucho la reflexión que hace el dueño de la compañía Cho Tak Wong, quien dice haber levantado un sinfín de compañías, de haber dado empleo a miles de personas, pero también es consciente del daño que ha hecho al medio ambiente, al ecosistema, así que en ocasiones no sabe si se siente un héroe o un criminal.
Maravillosa reflexión para alguien que lo tiene todo.

Como referentes, de filmes anteriores a este, la revuelta sindical de esta "American Factory" me recuerda a una película ya emblemática como es "Norma Rae" ( Ídem - Martin Ritt (1979)) que además se hizo con dos Oscar Mejor Actriz  para Sally Field y Mejor Canción Original; una lástima que no se llevase la estatuilla como Mejor Guion Adaptado basándose en el caso real que daba tío a la película.
Por cierto, otro golpe de efecto de Netflix. Simplemente, brillante.

La convivencia entre empleados chinos y estadounidenses.