domingo, 19 de abril de 2020

SOY LEYENDA

No nos llevemos a engaños, hoy no haré una reseña sobre aquella película interpretada por Will Smith, que pese a lo que muchos dijeron, opinaron y criticaron, a mí me pareció interesante y sinceramente, me gustó.

Lo que quiero comentar es el mediometraje de Mario Gómez Martín, perteneciente al tercer curso de la Escuela Nacional Cinematografía de Madrid en el curso 1966 -1967 y que la Filmoteca Española ha rescatado para uso y disfrute de todos los amantes del séptimo arte en tiempos de confinamiento.

Al igual que aquella "Soy Leyenda" ("I am Legend" - Francis Lawrence (2007)) o su versión más clásica interpretada por Charlton Heston, titulada en España "El último hombre... vivo" ("The Omega Man" - Boris Sagal (1971)) o tantas otras versiones que se han realizado de esta historia.
El "Soy Leyenda" (Ídem - Mario Gómez Martín (1967)) es una adaptación de la novela de Richard Matheson del mismo título publicada por primera vez en 1954.

El mediometraje de Mario Gómez Martín, cuenta la historia de un mundo post apocalíptico donde la humanidad ha quedado extinta y el único superviviente vive aislado, alejado de la noche, donde los nuevos habitantes de la tierra, son una especie de vampiros muy alejados de lo que fue la vida tal y como la conocimos.
Gómez Martín se apoya en localizaciones naturales, donde los exteriores se basan en grandes descampados, reductos de obras inacabadas o localizaciones con particulares geometrías que hacen de la pieza, única.
Importante, es a su vez, el lugar donde reside el protagonista; lo que parecen ser unas bodegas abandonadas donde en este caso "El último hombre vivo" vive alejado de la oscuridad.
Durante el día, el protagonista de esta peculiar historia, se dedica a buscar dónde se encuentran los no vivos, asaltando sus ataúdes para terminar con ellos estaca en mano.
Lo que este no sabe es que "los vampiros" mediante un nuevo antídoto, harán pasar por humana a una mujer de nombre Ruth (que me imagino que el nombre del personaje está elegido por el personaje bíblico) a la que el protagonista intentará salvar, pero pronto, la mujer le revelará el engaño, al cual termina el hombre accede, asumiendo, que quizás, su salida sea ser uno más de los amos de la noche.

Memorable es el momento final donde el protagonista entra en una habitación repleta de vampiros y asume su destino, macabro a fin de cuentas.
Me gusta además el momento del flashback donde en un cementerio un hombre le pide ayuda, y el protagonista de esta historia le ignora, no teniendo en cuenta que aquel hombre, probablemente, fuese uno de los pocos humanos que pudiesen quedar con vida.
Que el actor elegido sea un hombre normal y corriente le otorga una verosimilitud maravillosa.

Interesante es como el protagonista se deshace de los cadáveres, cómo prepara las estacas... sin ninguna duda nos encontramos ante una excelente obra, más aún para ser un trabajo de fin de curso.
Y es que al igual que el trabajo que analicé de Chema Sarmiento en la sección mediometrajes, en las primeras obras de muchos realizadores, en ocasiones, es donde podemos encontrar obras maestras que surgen desde la ilusión del comenzar en este oficio tan hermoso como es el de contar historias.
Gracias una vez más Álex Mendíbil y Filmoteca Española por regalarnos esta pieza perdida.

Los vampiros en busca de ese extraño hombre.

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