sábado, 18 de abril de 2020

THE CONFESSION TAPES - TEMPORADA 1

Cuando comencé a ver "The Confession Tapes" (Ídem - Kelly Loudenberg (2017 - ...) pensé que me encontraría con una serie documental que abarcase un único caso, tal y como había visto en otras series documentalizadas que tanto he seguido en los últimos tiempos; pero realizadora Kelly Loudenberg opta por mostrarnos diferentes casos de la reciente historia criminal de Estados Unidos llevándonos a reflexión sobre los juicios a las personas culpables han sido justos o no.

La tónica principal de esta serie es que en cada uno de los casos que trata, las cintas de vídeo grabadas con sus confesiones fueron clave a la hora de dictar un veredicto sobre los acusados.
Si bien se utilizaron técnicas que incluso incumplían el sistema judicial estadounidense (debido a que se utilizaron técnicas de otros países, concretamente de Canadá), los jurados encargados de dichos casos condenaron en contra de los condenados, cuyos castigos como poco fueron cadenas perpetuas no revisables.

En dichas cintas veíamos la coacción de los distintos agentes de policía hacia los sospechosos, llevándoles hacia su terreno, haciendo que estos se auto inculpasen de delitos que no habían cometido, al menos de una manera demostrable.
Sorprende en gran medida el primero de los casos, puesto que la utilización de una técnica conocida como "El capo", hizo auto inculparse a los dos sospechosos principales de una manera poco ortodoxa, que quizás, de alguna otra manera no hubiesen conseguido.
Y es que la técnica de "El Capo" consiste en que agentes encubiertos se hacen pasar por capos de la mafia, intentando así que los sospechosos consigan confesar sus crímenes.
Esto, en determinados momentos puede ser positivo, pero en otros no tanto, porque el caso del que os hablo, son dos chavales de veinte años, intentando impresionar a dos adultos para que les acepten en el circuito de la mafia.
Esto hará que sus testimonios sean torpes e inconexos, pero fueron suficiente para que el jurado considerase las grabaciones donde aparecen estos testimonios como reales, para así condenarles a cadena perpetua.

Hablando de nuevo de las técnicas utilizadas para interrogar, en muchos casos vemos como hay ciertas personas que debido a su inmadurez, su bajo nivel cultural o incluso viéndose coaccionados ante una situación a la que no están acostumbrados, terminan justificando cosas que no han hecho, sólo por el mero hecho de salir de ese estado al que han sido obligados a estar.

En muchas de las grabaciones podemos ver como los sospechosos después e decir lo que los agentes quieren que digan, sueltan la misma frase - ¿Me puedo ir ya a casa?
Cuando lo que no saben es que se acaban de condenar así mismos.
Lo que me sorprende es como la policía, debido a la presión emitida por los medios y la sociedad en general, se ven obligados a buscar un culpable rápidamente, dejando en muchos casos líneas de investigación que bien podrían llevar a los verdaderos culpables de dichos crímenes.

Muy interesante esta serie documental donde podemos ver como personas normales y corrientes, padres y madres de familia, hermanos, sobrinos, tíos, novios... que ven como sus vidas dan un vuelco total sólo por el mero hecho de que la sociedad necesita encontrar un culpable.
Porque, a mi particularmente me parece muy extraño, por ejemplo, que una madre quiera quemar a su hija, sobretodo sin haber estado presente en el lugar del crimen, o como un hombre durmiendo en casa de sus padres puede incendiar el pub regentado por su novia. Como no fuese por telequinesia no sé como podría haberlo hecho.
Aunque tengo que decir, que el último episodio sí me deja con la duda de que el condenado si fuese realmente culpable. La opinión es tan subjetiva sobre los hechos que me da que pensar.
En los próximos días os comentaré la temporada dos, que seguramente sea tan buena e interesante como esta.

Dos de los condenados por las grabaciones. 

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